domingo, 9 de junio de 2013

With me

Tercer deseo para Ana, espero que te guste, aunque no lo hice tan pornoso espero que sea de tu agrado n_n'




- cariño...

- suéltame, no te atrevas a tocarme - te removiste en el pequeño sofá, alejándote del cuerpo del mayor

- no iras muy lejos - menciono para moverse y estar mas cerca. Giraste tu cara para no mirarlo hacia los ojos, su tacto no se dejo esperar, posada en tu pierna acariciando repentinas veces mientras que su respiración estaba cerca de tu cuello - deja de resistirte y mejor besemonos - bufaste ante lo que había dicho Junsu - me he puesto el humectante que tanto te gusta... ¿no quieres probarlo?

- no - contestaste cortante, empujándolo con el codo para levantarte. Escuchaste el suspiro que Junsu había arrojado

- ¿esto sera siempre que trabaje? estoy cansado - tu sonreíste ante la ironía que decía

- que casualidad, yo también estoy cansada, bastante arta diría yo.. - te recargaste en la pared para cruzar las manos, Junsu se extendía en todo el sillón colocando una mano en su frente

- sabes que es en lo que trabajo, que gracias a eso podemos vivir, te puedo complacer, ¿porque me reprochas tanto? ya lo habíamos hablado

- sabes que nunca estuve de acuerdo con esto, dime.. si fuera tu la que tendría que trabajar ¿te gustaría que coqueteara con otros empresarios para poder cerrar contratos? - Junsu hizo una mueca de desgano - ¿claro que no cierto?

- por supuesto que no. No puedo ni imaginar siquiera que otros hombres te tocaran o con el simple echo que quisieran besarte, me enferma

- no te comprendo Junsu, si lo sabes.. porque..

- porque con eso nos mantenemos ¿cuantas veces tengo que repetírtelo?

- y cuantas veces te diré yo que hay otros empleos que no tenga que ver con prostituirte, maldita sea - Junsu se quedo serio respirando fuertemente

- no es prostitución

- ¿a no? ¿entonces que es? ¿¡porque tienes que ser tu el que tenga que seducir a esas viejas ricas y tengas que acostarte con ellas!?

- ¡yo no me acuesto con ellas!

- ¿¡a no!? ¿¡a caso me vez cara de estúpida!?  ¿crees que no me di cuenta la otra vez que llegaste de madrugada? sobre todo que descubrí en tu cartera dinero que nunca traes y sobre todo una linda notita que decía "¡estuviste excelente!" ¡y todavía tienes el descaro de querer hacerlo por la mañana cuando estuviste con una vieja! - ante lo dicho, notaste la expresión de sorpresa

- ¡sabes que todo lo que hago es para darte lo que quieres!

- ¿¡a honra de que!? ¡puedo tener todos los lujos a cambio a que tu te acuestes con otras! ¿¡crees que no tengo dignidad!? sabes que a mi los lujos no me interesan, no importa cuanto te sacrifiques por ello, para mi no es necesario aun cuando tu quieras dármelos... cuando lo único que quiero es que dejes de hacer eso, ¡que no soporto las noches que no estas cuando estas con otra! - una discución de nuevo se desataba, estabas desesperada, no soportabas aquella situación y tenerle que reprocharle a Junsu

- Ana por favor... 

- ¿¡por favor que Junsu!? ¡estoy en mis limites! 

- ¡también lo estoy! ¿¡crees que es satisfactorio tener que seducir a esas mujeres, tener que complacerlas!? ¡me martirizo el pensar de solo lo que te estoy haciendo! ¡de que simplemente todo esto lo hago por ti!

- ¡pues ya no lo hagas mas! - gritaste desaforada queriendo terminar de una vez

- no puedo... necesitamos el dinero, no es cuestión si me guste o no, es para sobrevivir - te quedaste mirando por unos segundos el suelo para volverlo a enfrentarle a los ojos

- pues de ahora en adelante ocúpate de tu propia supervivencia porque yo.. buscare la mía sin depender de nadie - tomaste camino seguro hacia la puerta pero tu trayecto se te vio interrumpido por esos brazos que amarraban tu cintura

- no te dejare, estas demente si crees que te dejare libre... - su respiración estaba pegada a tu nuca, ese aire candente que solo erizaba tu piel - porque eres la única razón por la que haría cualquier cosa y con solo el consuelo de saber que estas ahí para mi, por tener que soportar estas situación aun al saber lo que tengo que hacer y comprendo tu molestia... pero por favor no te vayas

- ya no tendrás que hacer eso. Si soy la razón del porque lo haces, prefiero mil veces irme a quedarme a esperar a que llegues y tener que ver cada rastro de... en lo que se supone que es mio - tomaste de sus manos para poder deshacer el abrazo pero este se aferraba mas

- siempre lo he sido... nunca he dejado de serlo - a pesar de tenerlo ahí en esos momentos, no lo sentías así y menos en las noches en las que se supone que deberían ser tuyas se las regalaba a otras

- yo no te siento así, no importa cuanto me lo digas - hiciste de nuevo el intento de zafarte pero el mayor te giro estampandote contra la pared rozando a penas ambas narices

- tendré que demostrártelo.. con hechos y no con palabras

De esa manera, Junsu acorto el espacio que los separaba, moviendo sus labios maestramente como el sabia, seduciendo a tu boca a que le dieras el paso a tu cavidad bucal y ahí poder saborear con su ansiosa lengua  y recorrer todo ese espacio que solo él conocía, sus manos incapaces de contenerse tomaron rumbo por todo tu cuerpo, metiendo una de sus piernas por entre las tuyas para así tomar una de ellas y acomodarla por un costado para tener mayor conexión entre sus cuerpos, sus labios fueron dirigiéndose a tu cuello dejando una tinta de besos, obligándote a estirar tu cuello y así poder tener mayor satisfacción al sentir como humedecía aquella zona; mordiendo y lamiendo tentativamente.

Tomando tu otra pierna para así poder acomodarse entre ellas, acariciando de la cadera hasta la rodilla sin dar tregua a tus labios que se dedicaba a morder y lamer como si de un dulce se tratara, bajo de nuevo tus piernas con la acción de bajarte las prendas que te cubrían para volverte a alzar, el solo se dedico a desabrochar su pantalón y bajar su cierre para  sacar entre sus bóxer su miembro ya erecto, se apretó mas a tu cuerpo casi tratando de asfixiarte pero una sensación haya abajo te alarmo, Junsu paseaba tentativamente su miembro por aquella zona que nunca se había atrevido a profanar y ante eso el solo sonrió susurrándote "tranquila, no lo haré" besando detrás de tu oreja. 

Como muchas noches atrás, Junsu volvió a unirse a ti de una sola estocada, un gemido ahogado quedo atorado para exhalarlo lentamente en un suspiro. Manteniendo los ojos cerrados para sentir mayor esa sensación de placer que no podrías describir nunca con palabras, aferrándote a el saco fino que llevaba puesto tratando de alguna forma de lastimarlo y por otra por amortiguar las sensaciones que invadían tu cuerpo pero solo cualquier "daño" físico que pudieses hacer en esos momentos solo alentaban a Junsu a seguir por mas. En ese momento abriste los ojos para encontrarte con el techo jadeando, pensando en cuantas no abrían estado gimiendo de esa manera, llenándote de ese coraje para querer alejar a Junsu que solo logro que se aferrara mas sin deseos de hacerlo y ante aquello, solo atinaste a darle una bofetada.

Paso un cuarto de minuto para que Junsu girara su rostro hacia a ti, con una mirada neutral, resoplo por sus narices para tomarte fuertemente e irse a tumbar en el sofá en donde comenzaste a removerte solo logrando mas fricción en su unión, volviste a propinarle otra bofetada  en su mejilla contraria sin reprimir tus lagrimas, golpeaste a puño cerrado su pecho, aun sin defenderse el no se quitaba de ahí.

- golpeame hasta que te canses, hazme lo que sea pero no te dejare ir... - hablo ahogado - soportare lo que sea por tenerte conmigo, junto a mi. Aunque digas que me odies y me aborreces en estos momentos... yo te amare y te protegeré con mi vida, aun si algún día te alejaras de mi. 

Entre caricias y palabras dulces, Junsu retomo con mas lentitud aquello que había empezado sin dejarte de mirar, haciendolo despacio, sin prisas tratando de calmar tu tormento que por consiguiente te rendiste ante lo amable y meloso que podía ser, aun así tenias tus dudas de que Junsu fuera así con otras volviendo a rechazar a que te tocara y besara queriendo apartarlo, recibiendo lo contrario pero sobre todo viendo una faceta de Junsu que no habías visto antes, sus ojos goteados derramaban lagrimas que recorrían su rostro hasta romper en su barba y caer en el tuyo. Susurro de nuevo "te amo, no me dejes" entre cortado y tembloroso que por consiguiente no soportaste atrayendo lo hacia a ti para poder abrazarlo y acunarlo en tu cuerpo. Ante la gravedad y las palabras sinceras, tomaste su rostro para depositar un beso en sus temblorosos labios para así refugiarse ambos en sus cuerpos aun unidos esperando a que otro día comenzara para ambos.

fin


2 comentarios:

  1. ok esto esta BUENISIMO!! me encanto .. amo la forma en como escribes!!!

    ResponderEliminar
  2. Unnie me encantó, cómo puedes escribir tan genial *^*

    ResponderEliminar