domingo, 15 de junio de 2014

Instructor

Esta es una adaptación de un serial de la copule 2U, por supuesto con todos los derechos de autor para quien lo ha creado. Me lo había leído y me ha gustado como para adaptarlo y compartirlo en el blog, con los cambios requeridos para que se ajuste a la pareja HoSu constando de 5 capítulos reducido a 2. 
(No se ha cortado nada de la historia, si no que los capítulos son cortos como para poner los 5  en 2)
Espero que les guste tanto como a mí.




Primero de preparatoria es una lata, sobre todo si te cambias de escuela como yo. En realidad no soy un tipo normal, me aburre la vida, siempre he probado cosas nuevas… tanto así que he conocido de cerca a la muerte. Mis padres apenas me notan, para ellos no existo más que para aprender a tocar el maldito piano… como odio ese instrumento y todos los instrumentos que existen. Desde los 3 años que he tomado lecciones de piano, cada instructor que me ha tocado va empeorando, desde la primera hasta el último, su manera de enseñar es tosca, me hacen detestarlos a ellos y al piano. Ya tengo 16 años y de nuevo contrataron otro instructor, ya que el ultimo sufrió un “accidente”, no debió haberme pegado con esa varilla, ya no soy un niño que no puede defenderse… creo que ahora está en el hospital o algo así escuche.

-Junsu-ah, ven a conocer a tu nuevo instructor – se oye desde el primer piso


Bajo sin ganas, planeando como deshacerme de él antes de conocerlo y de que me golpee o intente hacerlo…



- ¿Estabas estudiando? – Pregunta mi madre al verme bajando
- Si… tengo prueba mañana – miento, para ellos yo soy el estudiante ideal… si, como no
- Mira, el va a ser tu nuevo instructor, ya que el anterior no quiso volver. Dijo algo de “su hijo es un demonio”… ¿Tu sabes por qué dijo eso? – interroga confundida, como tratando de no creer en las palabras del instructor
- No madre, quizá por que lo dijo – mentiroso, pienso tratando de aguantar la risa
- Bueno como sea, el es Jung Yunho, será tu nuevo instructor, vendrá día por medio, ahora como estas en preparatoria tendrás menos tiempo para estudiar y practicar, así que los días que venga estarás en el piano durante 3 horas seguidas
- Si madre… –  ¡maldición! No quiero practicar 3 horas, no lo permitiré…
- Mucho gusto    dice él mientras esboza una sonrisa que a mí me parece falsa 
- Encantado de aprender con usted – el me mira sorprendido, como que mis modales le asombran, puras mentiras.
- Desde mañana comenzaran tus clases, ahora déjanos a solas que tenemos cosas que acordar aun… vete a tu cuarto a estudiar
- Si madre… con su permiso – subo rápidamente las escaleras y me encierro en mi cuarto.



Como odio que manejen mi vida,  ya quiero ser mayor de edad para irme de aquí, ¿de qué me sirve practicar piano? Solo sirve para que ella pueda lucirse con sus amigas… me hace tocar frente a ellas solo para exhibirme como trofeo, eso soy para ella, un simple objeto de exhibición.



- Su hijo es muy educado – dice el instructor aun sorprendido
- Así es como lo criamos mi esposo y yo, es lo menos que podemos hacer por él, aparte de darle una buena educación – responde ella alagada por las palabras del nuevo instructor
- ¿A qué hora comenzare las clases con su hijo?
- Bueno… después de clases me parece bien, el sale a las 2 pm,  así que como a las 2:30 pm es una buena hora para comenzar
- Como usted diga señora… bueno ahora me retiro, ya es tarde y tengo un largo camino que recorrer aun – se levanta para irse
- Está bien, lo acompaño a la puerta – se levanta y lo encamina a la puerta de entrada
- Hasta mañana, espero que su hijo sea un buen aprendiz – dice él en un tono malicioso que la madre no alcanzo a notar
- Hasta mañana – dice ella mientras lo ve salir de la casa



Me paseo por mi habitación tratando de idear algo para deshacerme de este nuevo instructor, pero nada se me ocurre aun… no dejo de pensar en la forma extraña en la que me sonrió,  me dan escalofríos al acordarme,  pero lo más extraño es que no recuerdo ni cómo iba vestido, ni su rostro,  solo recuerdo su sonrisa y sus labios… eish~ Maldición.


Ya más tarde me canso de pensar, y decido bajar a comer algo,  mientras bajo por las escaleras escucho a mis padres hablar, mi padre siempre llega como a las 9, y siempre media hora después de que llega cenamos, pero ya son las 10:15 de la noche  y aun no me han llamado para cenar,  me quedo en el 5to escalón para escuchar de lo que están hablando, debe ser algo importante como para retrasar una cena.


- Aun no comprendo el porqué contrataste a este nuevo instructor – dice mi padre serio, con un tono casi molesto
- Ya te dije, me lo recomendaron – responde mi madre un tanto alterada
- Es demasiado joven, ¡tiene apenas 25 años! Debiste haberme esperado antes de tomar una decisión tu sola – alegaba el ya perdiendo la paciencia
- Tranquilízate si no es para tanto, además es un joven superdotado, no solo toca el piano, si no que también sabe violín, saxofón y chelo
- ¿¡Tú crees que él sabe tocar todos esos instrumentos!? Ver para creer mujer, ver para creer – dice mientras se levanta y se dirige al comedor.

Mi madre se queda sentada unos segundos, luego se levanta y se dirige a las escaleras, yo me paro y hago como si recién estuviera bajando.

- Ah, Junsu te iba a llamar para que bajaras a cenar – dice mi madre ya más tranquila
- A eso venia madre, ¿ya llego mi padre?
- Si, está en el comedor esperándonos, vamos
- Si.


La sigo en silencio, mirándola de vez en cuando, tratando de saber en lo que está pensando, la cena transcurre en silencio como es habitual, nunca preguntan nada sobre lo que sucedió en el día, nunca les ha interesado saber cómo me va en clases, mi padre se ve enfadado, creo que no tendré que hacer mucho para que el nuevo instructor se vaya .


Después de cenar subo a mi cuarto para dormir, ¡ja! Dormir, enciendo la luz del velador y me pongo a leer, es lo único que me gusta y me hace feliz, las historias de los libros me sacan de esta miserable vida que llevo, para otros quizá sea la gloria, para mí es un martirio vivir todos los días lo mismo una y otra vez… siento pasos en el pasillo, rápidamente apago la luz y me cubro con el futon, siento como abren la puerta y luego la cierran,  lentamente escucho como los pasos se alejan, cierro los ojos y el sueño llega a mí.


Al otro día como siempre mi madre me despierta temprano, me levanto automáticamente, camino hacia el baño, me quito el pijama, me meto a la ducha, siento como las gotas de agua cubren por completo mi piel. Mi padre ya está levantado esperando el desayuno, el sale mucho antes que yo, ya que tomar el metro es un caos en las mañanas, salgo de la ducha envuelto en una toalla, camino lentamente a mi cuarto, después de vestirme bajo a desayunar; cereal con leche y galletas sin sabor, mi madre aun esta en pijamas ordenando mi colación, no le gusta que compre dulces, en realidad nunca he comido dulces, ¿será por eso que no me gustan? Luego de preparar mi colación se dirige a la puerta para ver a mi padre partir, todos los días es igual.



Camino a la escuela me encuentro con compañeras, las saludo sin ganas, ellas insisten en acompañarme a la escuela, se ríen nerviosas, mientras me observan, yo no las tomo en cuenta, en realidad aun no me siento atraído por las mujeres, ¿será que hasta eso no me interesa?


Las clases transcurren con normalidad, siempre almuerzo solo, en la terraza del colegio, no me gusta la compañía, en realidad no tengo amigos, prefiero estar solo.


Al salir de clases y llegar a casa, me encuentro con la desagradable sorpresa de que mi nuevo instructor está en la casa, esperándome para comenzar las clases, de mala gana subo a dejar mi bolso y a cambiarme de ropa, el me espera en la sala donde está el piano, el maldito piano, mi madre sale dejándonos a los dos solos, tiene cosas que hacer, según ella, por primera vez lo miro detenidamente, el me sonríe tal cual como la primera vez que nos vimos, esta vez no solo observo su sonrisa, su rostro me llama la atención, su rostro es pequeño pero con facciones muy masculinas y maduras, sus ojos pequeños pero afilados, al sonreír toman una forma perfecta, la cual solo he leído en libros, sus labios sonrosados están perfectamente delineados creando una bonita boca, su rostro era perfecto del todo, estaba asombrado, el solo me miraba detenidamente, como si supiera lo que estaba pensando.

- Buenas tardes –  dijo el alegremente
- Buenas tardes… –  mi saludo sonó seco, como tratando de no establecer mucha confianza entre él y yo, pero eso parecía imposible
- Toma posición por favor - dijo indicando el banquillo del piano, yo me acerque lentamente hasta el, pasando a su lado un tanto incomodo –  tu madre no me dijo en qué nivel estas, puedes tocar algo para mí para así yo poder deducirlo
- Estoy en nivel C –  dije tratando de impresionarlo, pero no dio resultado
- Aun así me gustaría escucharte tocar, me gustaría medirte yo mismo, me es más fácil así   su voz era dulce, como el canto de las aves en la mañana
- Está bien.


Tome posición y comencé a tocar una pieza que ya me sabía de memoria, el cerro los ojos, concentrándose solo en la música, yo lo observaba de reojo de vez en cuando, él estaba apoyado sobre una esquina del piano con los ojos cerrados, se veía hermoso, su rostro resaltaba de la mezcla de colores, me estaba desconcentrando, decidí no mirarlo más… no entendía que era lo que me pasaba… cerré los ojos también para no perder la concentración y para no tentarme y mirarlo nuevamente. Al finalizar abrí los ojos y me encontré de frente con su mirada, él me estaba mirando fijamente, sentí como el rubor cubría mis mejillas, aparte la vista avergonzado, estaba confundido… ¿porque me estaba poniendo nervioso un hombre? Era atractivo pero eso no quita el hecho de que sea hombre y tenga un cuerpo igual al mío, simplemente no lo entendía…

- Muy bien – dijo el sentándose a mi lado – estas en un nivel C alto, si sigues practicando pronto llegaras a ser nivel B y podrás tocar piezas con mayor dificultad 
- Gracias… –  como si a mí me importara subir de nivel
- Bueno ahora las lecciones, quiero que toques estas partituras y te las aprendas de memoria, la próxima vez que vuelva tendrás que saberte la mitad y tocarla a la perfección – su tono había cambiado, ahora era serio, su voz seguía siendo preciosa, aun que mas grave
- ¡Pero estas partituras son de nivel A! – Exclame sorprendido al tomar las hojas que me había entregado
- Lo sé –  me sonríe con malicia, ¡me saca de quicio!! ¿Cómo quiere que me aprenda estas estúpidas partituras nivel A si yo soy nivel C? Maldito instructor, es igual que todos los otros.


Cierro la tapa del piano con furia, el sigue sentado junto a mi mirándome fijamente sin sorprenderse ante mi reacción, me levanto y camino hasta las escaleras.

- ¡Alto! ¿a donde crees que vas? – dice el serio, sin siquiera voltear para mirarme – las clases aun no terminan, aun quedan 2 horas
- A mí que me importa, a usted tampoco debería importarle ya que aun que me enseñe 1 hora o 3 igual recibirá su paga, así que déjeme tranquilo – subo el primer escalón dispuesto a irme
- Vuelve acá de inmediato, yo no vine a perder mi tiempo – seguía sin mirarme, no iba a dejar que un instructor me tratara así, subí las escaleras sin que nada me importara, llegue a mi cuarto y me tire sobre la cama, no se atreverá a subir hasta aquí, es solo un instructor… no es mi padre.

Cerré los ojos unos segundos tratando de despejar mi mente, cuando los abro me encuentro de frente con la cara de mi instructor… toma mi brazo y me levanta de la cama de un tirón, mi rostro se torna rojo de furia, ¡como se atreve! Intento golpearlo pero el detiene mis manos y las deja inmóviles en mi espalda, quedamos frente a frente, mi corazón se acelera al sentir el contacto contra su cuerpo, el rojo de mi rostro, pasa a ser rojo de rubor, intimado un poco por su estatura, su mirada no se despega de la mía, poniéndome aun más nervioso, su fuerza es comparable a la de mi padre.

- ¿Ya te tranquilizaste? – pregunta el en un tono calmado, casi igual al que tenía antes de que todo esto pasara
- Déjeme tranquilo, usted no entiende nada… –  aparto mi rostro de su mirada
- ¿Qué es lo que no entiendo? ¿Que no te gusta tocar el piano? ¿Qué atacas a todos tus instructores para hacerlos renunciar? ¿O que no puedes mirarme a los ojos porque te sientes atraído hacia mí? – mis ojos se agrandan sorprendidos al escuchar tales palabras, el rubor vuelve a cubrir mis mejillas
- ¿¡Qué estás diciendo!? ¿¡Qué crees que soy!? ¡No soy ningún marica para sentirme atraído por otro hombre! ¡Déjame tranquilo!!
- Relájate, solo era broma , se que tu problema es que no te gusta el piano –  deja libres mis manos y se aleja unos centímetros de mi – pero créeme que si practicas podrás llegar a ser muy bueno, tienes talento, tocas con el alma aun que no lo creas, en cada nota pones un sentimiento, por malo que sea, cuando tocaste para mí, me sentí abrumado, un millón de diversos sentimientos me invadieron… pena, rabia, conformidad, alegría, pasión, deseo… transmites tanto con solo unas notas, no debes dejar de tocar –  sus ojos estaban llorosos, cada palabra que me dijo toco mas y mas mi corazón de piedra, sentí ganas de abrazarlo, pero me contuve por miedo a que reaccionara mal, todo lo que me dijo resonaba en mi cabeza una y otra vez, recordando cada gesto, cada  frase y cada tono en que cambiaba su voz a cada palabra que pronunciaban y moldeaban sus labios
- Lo siento… –  fue lo único que pude decir en esos momentos
- Yo solo te voy a pedir que me dejes seguir siendo tu instructor, déjame seguir escuchándote tocar, es lo único que pido… - dijo casi rogando
- No diré nada de lo ocurrido… no se preocupe
- Gracias, ahora me retiro, nos vemos la próxima clase –  sale de mi cuarto rumbo a las escaleras –  ¡ah! No olvides practicar lo que te deje, estoy ansioso por escucharte interpretarlo, adiós – su figura se pierde por las escaleras, siento como abren la puerta de entrada y luego la cierran

Estoy consternado, siento como si mi cabeza fuera a explotar, demasiadas emociones para un día, todo se salió de mi fastidiosa rutina. Me acuesto sobre la cama mirando el techo, pensando en mi instructor, confundiéndome aun más.

Hoy no me tocan clases de piano pero desde ese día no he dejado de practicarlo.
Dejo de lado todo: estudios, comida, dormir… quiero mejorar y tocar para mi instructor, hacerlo feliz al escucharme.
Es lo único que tengo en mente, hacerlo feliz y ver en su rostro una sonrisa hermosa.


Creo que sin darme cuenta empecé a enamorarme. Si, enamorarme de un hombre. Es la primera vez que me siento así por alguien.
Cada vez que estoy con él, me siento en la máxima gloria, es como si no existiera el mundo y solo estuviéramos los dos solos, sin nadie alrededor. Las 3 horas que paso a su lado se me hacen cortas y disfruto tanto de su compañía que pierdo la noción del tiempo, odio escucharlo decir que ya se acabó la práctica de hoy… son la palabras que más odio en este mundo.



Mis padres no dicen nada, como siempre, solo les interesa que mejore y eso es lo que hago día a día, mejorar y enamorarme cada vez más. Cada día que pasa este sentimiento crece dentro de mí rompiendo toda mi aburrida rutina, toda mi frialdad hacia las personas queda en nada cuando estoy junto a él. Si acaso el sintiera lo mismo por mi… pero sé que es imposible.



Me contó que es novio con una compañera de universidad, tienen planes de casarse algún día y tener muchos hijos. Cuando me dijo eso, sentí como mi corazón se rompía en pedacitos. Tenía la esperanza de que algún día se enamorara de mí, pero ahora sé que eso nunca pasara, ahora lo único que me da felicidad es verlo sonreír alegremente al escuchar cómo he mejorado.



Desde que lo contrataron como mi instructor, mi padre no ha hecho ningún comentario al respecto, gracias a que he mejorado y me he volcado netamente a practicar.
Ha pasado un mes desde que lo conocí pero solo unos instantes pasaron desde que decidí confesarle mis sentimientos. No sé como reaccione pero no pienso rendirme. Las dudas abruman mi mente, confundiéndome, casi haciéndome desistir pero si no se lo digo ahora, mi corazón va a estallar. Ojalá no reaccione mal, que no quiera irse porque eso sería terrible para mí. El es todo lo que necesito para poder seguir.



~ Miercoles 2:30pm~



Hoy es el día. Hoy le diré que lo amo pase lo que pase, ya no aguanto más.



- Buenas tardes Junsu-ah ¿Cómo estuvo tu día? – su sonrisa es alegre y hermosa como siempre y no sé la razón pero siento que hoy se ve más hermoso que otros días.
- Buenas tardes Hyung. Mi día estuvo aburrido, como siempre, claro que antes de que llegara usted, ahora ha mejorado - él se sorprende al escucharme decir eso, creo que hasta vi un leve rubor en sus mejillas, espero no sean solo mis ojos que me están engañando.
- Bien ¿comenzamos la clase? – camina hasta la sala. Hoy mi madre ha decidido no salir, me arruina la vida como siempre.
- Está bien - lo sigo lentamente, observándolo de espaldas. Su figura es impresionante, de espaldas hasta podría ser confundido perfectamente con una mujer.
- Buenas tardes señora ¿Asistirá a la clase de su hijo?
- Quiero ver cuánto ha mejorado, ¿No le molesta que esté presente?
- No, para nada. ¿A ti te molesta Junsu-ah?
- No – “vieja maldita, arruina-vida, vete!” pensaba.
- Toma posición, por favor. ¿Has practicado la última partitura que te dejé?
- Sí, me aprendí la mitad ¿Quiere escucharla? – le pregunto alegremente
- Por favor.



Comienzo a tocar la pieza pero el sonido del teléfono me interrumpe, mi madre se levanta y lo contesta.



- ¿Hola? sí… ¿en serio? ¿Se lo compró?… Ok… voy para allá- cuelga Lo siento, me tengo que ir pero sigan practicando. Junsu, otro día te escucho, nos vemos – se levanta y se va.

- Hasta luego – responde mi instructor - continua por favor, no te desconcentres.

- Lo siento.




Continuo tocando mientras mi instructor se coloca a mis espaldas, yo veo su reflejo en el piano, lo observo detenidamente mientras sigo tocando. Su rostro no se ve con claridad, decido cerrar mis ojos y concentrarme en tocar mejor.



Después de entregar todos mis sentimientos en la canción que interpretaba, bajo los brazos ya cansados, Yunho apoya sus manos sobre mis hombros y acerca su rostro a mi oído.



-Perfecto susurra suavemente rosando levemente mi lóbulo con su lengua, haciéndome estremecer. Luego se sienta a mi lado y quedamos ambos frente a frente.



Acaricia con suavidad mi rostro dejándome sorprendido; sus ojos se ven cálidos, me mira con ternura, esa mirada que nunca espere llegar a conocer. Sus labios estaban más rojos de lo común, fijo mi vista en ellos tratando de adivinar la razón, veo como lentamente se van acercando más y subo la mirada encontrándome con la suya.
Sé que es el momento justo para confesarle lo que siento por él pero las palabras no salen.



- Termine con mi novia… - me dice repentinamente, sin dejar de mirarme y acariciar mi rostro. Me invade una felicidad que nunca antes había sentido, solo comparable con la alegría que sentía al estar junto a él en realidad, ella termino conmigo. Dice que no le prestó atención, que la he dejado abandonada y que por eso se enamoró de otro. Hace algún tiempo que estaban saliendo y no me había dicho nada porque no era nada serio aún, pero ahora le pidió exclusividad. Por eso termino conmigo, no sé qué pensar.



- No lo merecía. Ella era muy poca cosa para usted, se merece alguien mejor y que lo ame incondicionalmente. Que le entregue el cariño y comprensión que necesita las palabras salieron de mi boca sin pensarlas. Él me miro tiernamente, su rostro estaba triste, eso me partió el alma. Me acerqué a él y lo abrace. Ambos necesitábamos ese abrazo, me rodeó entre sus brazos acariciando con suavidad mi espalda mientras yo me hundía más y más en su cuerpo, aferrándome a él, sintiendo de cerca su aroma, su cuerpo.



- Gracias susurró suavemente casi como un suspiro.



Estuvimos abrazados mucho rato impregnándome de su aroma y embriagándome con su calidez. Me sentía el ser más afortunado del mundo en sus brazos aunque el solo me veía como un amigo, yo lo sentía más cerca de mí que nunca.



Lentamente me alejé de su lado sin despegar sus manos de mi espalda, me miraba con otros ojos, ya no eran de ternura como en un principio.
Con una de sus manos apartó un poco de cabello de mi rostro, luego pasó un dedo por mis labios, yo no entendía el motivo por el cual lo hacía. Acarició mis mejillas hasta llegar a mi mentón, el cual alzó un poco para luego besarme. Al sentir el contacto de sus labios con los míos, mi piel se estremeció. Tiró un poco con la mano que seguía en mi mentón haciéndome abrir la boca, introduciendo su lengua, buscando la mía.
Esa fue la sensación más excitante que jamás había vivido. Mejor que andar a altas velocidades en motocicleta de noche por las calles, mejor que ver su sonrisa, su lengua jugaba dentro de mi boca, explorándola, haciéndome suspirar de placer.
Detuvo el beso para dejarme respirar y para observarme, mis mejillas estaban rojas por la excitación y por vergüenza. Sentía que lo amaba más que antes.



- Lo siento… me deje llevar… perdóname… - dijo mientras se ponía de pie y se llevaba las manos a la cabeza en señal de preocupación.
- ¿Por qué? Si yo no lo detuve, no me pida perdón por eso. Yo… yo estoy enamorado de usted – sus ojos se abrieron sorprendidos, no podía creer lo que escuchaba
- No. Debes estar confundido por el beso que te di, eso es todo - decía tratando de calmarse
- Hyung, lo amo desde mucho antes. Todos los días desde que lo conocí han sido únicos para mí. Usted me enseño que el piano no es solo un instrumento para tocar música, que también sirve para transmitir emociones, que a través de la música yo me podía expresar al mundo, me enseño lo que es amar a alguien tanto como para cambiar la forma de ver la vida. El beso de ahora solo me confirmó los sentimientos que profeso por usted. Hyung… yo lo amo.



Su rostro ya no podía estar más sorprendido. No sabía que decirme, estaba abrumado, no sabía que pensar.



- Me confundes, no sé qué hacer. No sé ni porque te bese. Tal vez fue la situación…tu música, tu inocencia, tu forma de ser conmigo… Maldición ¡soy un infeliz! Perdóname Junsu-ah - salió corriendo de la sala en dirección a la puerta, no alcancé a reaccionar para detenerlo, se fue de la casa, de mi vida, como un simple suspiro que se escapa sin pensarlo. Él se aleja de mi dejándome abandonado nuevamente, a merced de esta vida que no tenía nada bueno para mí hasta que el apareció.




¿Por qué me deja así? No quiero estar solo otra vez, no de nuevo, no ahora que se lo que es sentir amor por alguien. Mi vida se verá vacía nuevamente, como detesto al destino ¿Cómo puede jugar tanto con la vida de una persona? Ahora lo único que sé, es que lo amo como jamás volveré a amar a alguien nuevamente.

3 comentarios:

  1. Pobre Junsu!! Espero que Yunho recapacite, vea lo que está abandonando y vuelva sin ser demasiado tarde.
    Espero la segunda parte muy pronto, por favor!!
    Me encanta el Hosu ♥

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  2. ese yunho primero lo besa y luego lo deja que hijo de la tuti frutiii lo odiooo


    contiiiiiii porfas y larga viva al yoomin jejejejej

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  3. Pobre de junsu............. *0*

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