domingo, 28 de agosto de 2016

Nunca sabes lo que sucederá mañana. Cap 1

Autor: yehetcrown
por yehetcrown

Adaptado: Luzy

Porque nunca sabes lo que sucederá mañana... cuánto recordarás... a quiénes recordarás...
«...y eso nunca había pasado. Creo que le has hecho algo, Yoochun»


I. Eventually.

Yoochun siempre ha querido jugar al basketball... pero él no es bueno en los deportes.

Yoochun, por más que quisiera destacarse en su clase de educación física, no podía. Y no porque no tuviera un buen cuerpo, ¡oh Dios, lo tiene! es sólo que no es muy rápido. Y ese es el mayor problema, más si quieres destacar en un deporte que requiere que corras durante 40 minutos.
Junsu es bueno con los deportes, y eso es algo que Yoochun notó.



Luego de salir de su clase de deportes, totalmente cansado. Se sentó bajo el gran árbol que le daba una sombra refrescante. Aunque se hubiera dado una rápida ducha luego del partido de basketball, aún sentía demasiado calor. Y ese árbol, sin lugar a dudas le daba aquella sensación de frescura que tanto quería sentir. 

Recostó su espalda en el alto árbol y fijo su vista en el chico que se movía con gran rapidez a lo largo de la cancha de basketball. "Es rápido", pensó. Sin notarlo se había quedado viendo los movimientos rápidos que realizaba el chico con el balón, y como, sin gran problema, encestaba perfectamente 3 puntos.

El chico cayó y Yoochun hizo ademán de pararse para ayudarlo, pero al ver como él se terminaba de tender en el suelo no le dió mayor problema. El chico se llevó el antebrazo a sus ojos y su respiración era agitada.

Está haciendo demasiado calor, se va a quemar — Musito Yoochun. 

Se puso de pie y se situó a un lado del chico, evitando que el sol le diera en los ojos. El chico sonrió, y Yoochun también lo hizo sin darse cuenta. Él subió un poco su antebrazo y entreabrió los ojos. Al ver que había alguien frente a él, se sentó. 

Oh, no te preocupes. No voy a hacerte nada malo — Dijo Yoochun mientras se sentaba a su lado. El chico lo veía interrogativo, y mantenía el contacto visual. Yoochun sonrió. — Me llamo Park Yoochun, y ahm, eres muy bueno en el basketball. — Deshizo el contacto visual y lo fijo en la sombra de Yoochun.

Él tragó en seco y se llevó una mano a la frente, evitando que el sol le diera en los ojos. 

— Gracias — Alcanzó a decir suavemente.
— ¿Cómo te llamas? —  Yoochun le veía a la espera de su nombre. Y con un simple "gracias" pudo deducir que la voz de aquel chico era suave.
— Ah... Kim Junsu — Dijo fijando su vista de nuevo en los ojos castaños de Yoochun, quien le sonreía abiertamente.
— Mucho gusto, Junsu... — Junsu aún con su contacto visual sonrió cálidamente hacia Yoochun. — Estudias aquí, ¿verdad?
— No.
— Entonces, ¿por qué estás aquí? — Junsu deshizo de nuevo el contacto visual, y su sonrisa se apagó. — Oh, lo siento si fui grosero —  Junsu negó con su cabeza y con su vista aún en el suelo, susurro algo que Yoochun no pudo entender. 
Yoochun levantó levemente las cejas y susurro un "disculpa, no te oí"
— Mi-
-¡Hey Junsu! — Grito un chico mientras se acerca al lugar donde se encontraban. — ¿Yoochun? ¿Qué haces aquí?
— Ah, hola Junho — Junho sonrió e inclinó suavemente su cabeza — Ah, nada sólo hablaba con él... digo... Junsu.
— ¿Hablaban? — Preguntó Junho, que al parecer estaba demasiado sorprendido. — ¿Enserio Susu? — Le preguntó. Pero Junsu encontraba las ventanas del edificio más interesantes que la conversación. Junho soltó una leve carcajada y tocó su hombro suavemente. Junsu dio un pequeño salto y giró a ver a Junho y Yoochun, dando una sonrisa a modo de disculpa.
— Yo... ah.
— No importa Susu... ¿vam- ¡Oh Dios! ¿Cuándo te has lastimado? — Yoochun levantó una ceja. 

Bajó su mirada a las rodillas de Junsu, y sí, sin lugar a dudas las rodillas le sangraban. "Idiota" fue lo único que pudo pensar. ¿Cómo no se había dado cuenta de que Junsu se había lastimado? Porque, él se había caído, cómo es que no se dio cuenta antes. 

Junsu bajó su mirada e hizo una mueca al ver la sangre correr libremente por sus rodillas, junto con el polvo del asfalto. Pero, no lo sentía.

— No siento...
— Debe ser por eso — Dijo Junho a modo de "excusa". Le sonrió a Yoochun disculpándose — Lo siento Yoochun. Debemos irnos. Vamos Susu, o llegaremos tarde.

Yoochun quedó allí de pie. Con una mano en el bolsillo de su pantalón, apretando aquella curita que pudo haberle puesto a Junsu, si se hubiera dado cuenta de que el chico estaba sangrando. Vio como Junsu caminaba despacio, mientras cojeaba. Junho lo arrastraba mientras cogía su mano. Junho se detuvo y le pidió a Junsu que se subiera, señalando su espalda. Se inclinó frente a él y ésta hizo una mueca pero luego subió.

Y ese fue el momento en el que Yoochun se sintió estúpido por no haber notado algo que ha simple vista cualquiera lo hubiera visto. Y ese también fue el momento, en el que supo que había algo diferente en él.

....

Algo que Yoochun no soportaba era los trabajos que debía hacer en su casa. Bueno, no los odia, en términos de que no le gustan, si, no le gustan, ¿a quién le gustan? Lo que no le gusta, es la idea de hacerlos en su casa. Allí hay muchas distracciones, están sus consolas de vídeo juegos, internet gratis, su pc... el refrigerador lleno de comida.

La biblioteca de su escuela era, distinta a su casa... no tenía nada de eso, bueno, tenía computadores y wifi, pero... nunca le había interesado buscar la clave de la biblioteca. Y los computadores, aquellos artefactos tenían si quiera unos 10 años, eran supremamente lentos, y sólo funcionaban después de haberlos encendido y esperado siquiera unos 15 minutos para que cargaran totalmente, sin mencionar que la bibliotecaria -aquella anciana malhumorada- no había querido cambiar el buscador ¿había alguien que aún usar 'Internet Explorer'?

Tomo un largo suspiro al sentarse en la mesa que daba vista a la cancha de la escuela. Estiró sus brazos y dio un largo bostezo, tenía sueño. Sacó sus apuntes y la tarea que debía hacer.
Mordió sus labios por centésima vez en lo que llevaba de estudio. 30 minutos y 14 segundos para ser exactos. Pero no es como si él estuviera revisando la hora cada minuto.

— ¿Por qué no me concentro? — Susurró dándose pequeños golpes con la goma de borrar de su lápiz en su frente. Bostezo de nuevo y giro su cabeza, viendo la cancha de basketball.

Mordió de nuevo sus labios y abrió más sus ojos. Sonrió. Allí estaba él de nuevo, moviéndose rápidamente a lo largo de la cancha.

Sus ojos seguían sus movimientos, era demasiado bueno.

Cayó, y Yoochun se asustó. ¿Era acaso una costumbre? Hizo ademán de levantarse de su asiento y vio cómo Junho se acercaba a su lado, tendiendo una mano para ayudar a levantarlo. Él sonrió y Yoochun entrecerró sus ojos. ¿Era acaso su novio? y ¿por qué está siquiera pensando en eso? Yoochun negó con su cabeza y bajó de nuevo su vista a sus cuadernos. Páginas llenas de fórmulas que se negaban a ser resueltos.

Alzó de nuevo su vista y vio como Junho limpiaba las rodillas de Junsu. Yoochun llevó su mano al bolsillo de su chaqueta y sacó el paquete de curitas que llevaba, las apretó en su mano y las guardó de nuevo. Y de nuevo, vio cómo Junho se alejaba con Junsu a su lado. 

Cerró sus ojos con fuerza y pegó su frente a la mesa.

— ¿Por qué me siento celoso? — Musitó.
.....

Yoochun ama los trabajos en equipo. Bueno, por lo menos cuando el profesor Sung deja que ellos escojan a sus compañeros de trabajo. Pero éste no era el caso. O cuando acertaba con su pareja de trabajo.

— Kim Junho, Park Yoochun — Señalo el profesor, y ambos se giraron a ver mutuamente con aquella pícara sonrisa de victoria. "Oh Yeah" mutó Junho con aquella extraña sonrisa, lo que hizo que Yoochun riera fuertemente y fuera regañado por el profesor Sung. 

— Lo siento — Se dignó a decir, mientras continuaba riéndose entre sus adentros.

Ambos habían sido siempre muy unidos. Habían estado en la misma escuela primaria, y ahora la misma escuela secundaria. Era, como si ambos fueran hermanos.

La campana para el almuerzo finalmente sonó. Y Yoochun se estiró. Tomo su almuerzo y se reunió con sus amigos de siempre.

La cafetería de la escuela era siempre un lugar muy ruidoso. Aunque Yoochun diría que el 50% de aquel bullicio viene de la mesa al fondo de la cafetería, la mesa en donde él y sus amigos se sientan siempre. Changmin, Jaejoong y Yunho eran los más ruidosos de todos los 12. 

Yoochun veía su almuerzo y no sabía por qué estaba pensando en Junsu y en Junho. 

A su lado estaba él, sonriendo por los estúpidos chistes que hacía Jaejoong.

— Ey, Yoochun. ¿Cuándo es tu examen? — Preguntó Yunho a su lado.
— El mes que viene.
— ¡Ah! ¿Enserio? ¿No estás nervioso?
— Sólo un poco. He estado preparándome para el examen el último año, por así decirlo.
— Hmm, — Yunho con los palillos sobre sus labios asentía con su cabeza — Ya veo. Espero que pases.

Yoochun sonrió y ambos volvieron con sus almuerzos.

— Ey Junho — Junho giró a ver a Yoochun aun riéndose.
— ¿Si?
— ¿En dónde haremos el trabajo?
 — ¿Puede ser en mi casa? Tengo algo muy importante de lo que tengo que encargarme en casa. ¿Puede ser allí después de clases?
— ¿Tu casa? Claro.
Yoochun quería preguntar. Pero, ¿Si pregunta creerá que está interesado? A quién engaña él SI está interesado.
— Eh, Junho. ¿Junsu... — Yoochun no sabía cómo hacer la pregunta... ¿Están saliendo? ¿Qué relación tienes con él? ¿Hace cuánto se conocen? ¿Cómo se conocieron?... ah, no, así no debe preguntar. Negó con su cabeza, tirando todas aquellas preguntas que se formaban en su cabeza.
— ¿Junsu? ¿Qué pasa con Susu?
— ¿Susu? 
— Si, así lo he llamado siempre. ¿Qué pasa con Susu?
— Tu...  — Yoochun cerró sus ojos y trató de formular la pregunta.
— Ah, quieres preguntar cuál es mi relación con él, ¿Verdad? — Yoochun abrió los ojos y arrugó los labios. Sonrió y asintió con la cabeza.
Junho sonrió y le dio unas palmadas en su espalda.
— Es mi hermano menor. ¿Por qué? ¿Creías que era mi novio? — Yoochun frunció el ceño y Junho soltó una carcajada — ¿No ves que es igual de hermoso que su hermano mayor?
— ¿QUÉ? Por Dios, que egocéntrico eres. Claro que no lo es. Él es muy guapo y tú no lo... eres —Yoochum susurró la última palabra al darse cuenta de lo que había dicho. Junho detuvo su carcajada, lo miró seriamente. "Mierda" Yoochun sabía lo sobre-protector que podían llegar a ser algunos hermanos mayores — Yo...  — ¿Cómo se suponía que arreglara eso? Negarlo no es una alternativa, le iría peor. Junho parpadeó y soltó otra carcajada de nuevo.
— Entonces, te espero después de clases, ¿Está bien? -Dijo Junho levantándose de su asiento.
Yoochun sonrió al recordar, "Es mi hermano menor", eso significaba que lo vería después de clases. No lo había visto por 3 días.

Se dirigió a su clase de química, esperando que el día pasara más rápido.

La última clase acabó y Yoochun bostezo, para luego sonreír, feliz de que las clases por fin acabaran. Caminó por el pasillo y vio a Junho en la entrada del colegio, hablando por celular. Agitó su mano por lo alto y Yoochun fue hacia él.

— Eh, Yoochun. ¿Te importaría caminar hasta mi casa? Esta cerca.
— ¿Caminar? Claro que no me importa. Pero, no puedo dejar mi auto aquí. ¿Por qué no vamos en él? — Sugirió Yoochun. Sus padres habían insistido en comprarle un auto, para así ahorrarle los pasajes en el transporte público. Alegó, por supuesto, porque el combustible es más costoso que un simple pase para el autobús. Pero sus padres dijeron que le sería más útil, porque así no tendría que perder tiempo cuando el autobús hiciera las paradas.

Junho asintió con la cabeza, sonriendo. Él siempre había querido subir al auto de Yoochun, aquel auto era sin duda, un gran auto para un estudiante de secundaria.

Se detuvieron en la tienda de comestibles antes de seguir su camino y Yoochun compró un poco de frituras.

— Aquí es — Señalo Junho para que Yoochun detuviera el auto.
Bajaron del auto y Yoochun siguió a Junho hasta la puerta de la casa. Junho sacó sus llaves, tocó el timbre y luego abrió. ¿Pero qué fue eso?

La casa era tranquila, muy ordenada. Olor a galletas llegó a las fosas nasales de Yoochun, relamió sus labios y Junho se dirigió a la cocina.

Yoochun se quedó parado en medio de la sala de estar, mirando los detalles de la casa. Frente al gran mueble blanco había una repisa llena de fotos familiares, todas faltas de un padre. Junho.... Junsu. Yoochun sonrió. Al ver a través de la repisa podía ver claramente el comedor y la cocina. "Acogedora", fue la palabra que se le vino a la mente.

— Mi madre pregunta si quieres comer — Preguntó Junho mientras se acercaba de nuevo a Yoochun, quien asintió con la cabeza. — Ven  — Dijo haciendo ademán de que lo siguiera.

Fueron hasta la cocina y se sentaron en el comedor. 

La madre de Junho era muy amable, pero Junho, era un poco esquivo con ella. Cuando ella trató de pasar su mano por sus cabellos, él detuvo su mano y la puso fuera de él. Yoochun veía fijamente, y la mamá de Junho al notarlo le sonrió.

— Disfruta la comida — Dijo y se retiró.
— ¿Qué pasa con tu mamá? — Junho miró a Yoochun — Digo, sé que, si eres así con ella es por una razón.
Junho bufó.
— Ahora te digo. Pero, por ahora diré que, ella nunca fue así. No hasta hace dos años.

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